miércoles, 26 de marzo de 2014

RUTA HISTÓRICO-LITERARIA-NATURAL EL PRÓXIMO DÍA 6 DE ABRIL

Dentro del programa de actividades que la asociación de las Jornadas de Novela Histórica de Granada tiene previsto para este año, se organiza la siguiente actividad, que seguro es de vuestro interés: 

El próximo día 6 de abril, domingo, realizaremos una interesante ruta histórico-literaria-natural en la que haremos un poco de senderismo y recrearemos, en un entorno incomparable, cómo era la vida en la frontera del reino nazarí de Granada y cómo se desarrolló la toma de la fortaleza de Moclín, que recibió el título de "Escudo de Granada" por su situación y su inexpugnabilidad. Esta actividad está organizada por la asociación de las Jornadas de Novela Histórica de Granada, de reciente creación, y que pretende promover la cultura, la lectura y el conocimiento de la historia, principalmente la granadina. La asociación cuenta con la colaboración del ayuntamiento de Moclín para el correcto desarrollo de esta actividad. 
Con el fin de recaudar fondos para mantener las propias jornadas de novela histórica y otras muchas actividades que se realizarán a lo largo del año, se cobrará un precio simbólico de 4 euros por persona, que irán íntegramente destinados a esta asociación sin ánimo de lucro. Para los asociados (podéis informaros sobre las condiciones en este mismo blog, en la pestaña: SOMOS ASOCIACIÓN) el precio será de 2 euros. También hay una opción, para aquellos que no quieran hacer senderismo, de apuntarse únicamente al paseo histórico por el castillo de Moclín y su entorno. En este caso el precio será de 2 euros, tanto para asociados como no asociados. 
La ruta la guiará Mario Villén, muy vinculado al pueblo y autor de la novela histórica "El escudo de Granada", ambientada precisamente en esta fortaleza fronteriza durante los últimos años de su pertenencia al reino de Granada. 

El plan es el siguiente: 

-Quedaremos en la plaza de Moclín (no tiene pérdida) a las 10 de la mañana para iniciar la ruta de senderismo. Se ruega puntualidad. La ruta es circular y tiene unos 10 kms en total, con un desnivel de unos 540 metros. Podéis ver todos los detalles sobre esta ruta en internet, su nombre es RUTA DEL GOLLIZNO. Merece la pena hacerla, el camino es impresionante y cuenta con atractivos como un puente colgante y una pasarela clavada en la roca. A mitad de camino haremos una parada de unos 20 minutos para descansar y reponer energías. 
Caminando sin prisa, terminaremos en dos horas, por lo que sobre las 12 haremos la visita al castillo. 

-Visitaremos el primer recinto amurallado, correspondiente al caserío, donde veremos la torre puerta, la iglesia donde se guarda el Cristo del Paño (un estandarte de los RR.CC. que se dejó como regalo a la villa tras la conquista) y la ladera donde se asentaban las casas en época nazarí. Subiremos hasta la alcazaba que domina el pueblo y desde allí recrearemos los principales episodios de la historia de la frontera, haciendo mención a Alcalá la Real y su relación con esta fortaleza. 
Después nos dirigiremos a la explanada donde se asentaron los reales cristianos durante el asedio de la fortaleza y visitaremos la réplica de una bombarda. Recrearemos la toma de Moclín desde el punto de vista de los ejércitos cristianos. 
Sobre las 13:30 está previsto haber terminado la ruta completa. Por si alguien está interesado en quedarse a comer en el pueblo, hay varios bares y se intentará negociar un menú para el grupo. (Está por confirmar, se informará a los participantes por correo y a través del blog de las jornadas). 
Os animamos a apuntaros y participar en este encuentro con la naturaleza, la historia y la literatura en el que seguro que disfrutaremos. 
Para reservar plaza y confirmar asistencia debéis escribir un correo a Mario a la siguiente dirección: POLPIRROL@HOTMAIL.COM 

Blas Malo 
Carolina Molina 
Mario Villén 

(Asociación de las Jornadas de Novela Histórica de Granada) 
Nota: La ruta es de dificultad baja. Cada senderista se responsabiliza de sí mismo y de los menores que pudieran acompañarle


miércoles, 19 de marzo de 2014

CRÓNICA DE LAS SEGUNDAS JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA


El pasado fin de semana, días 15 y 16 de marzo de 2014, se celebró el segundo encuentro de las Jornadas de Novela Histórica de Granada. Los días previos hubo una creciente expectación, promovida por la recientemente creada asociación cultural y la presentación conjunta de libros de Mario Villén (El escudo de Granada) y Carolina Molina (Iliberri y El falsificador de la alcazaba)




La organización de estas segundas jornadas se centró en la promoción y divulgación del acto a través de nuevas vías de atención, aceptando iniciativas que son muy favorables, como la propuesta por la Librería Babel (una de las patrocinadoras del acto) con su espectacular escaparate recreacionista.


La Biblioteca de Andalucía (C/ Profesor Sáinz Cantero, 6) acogió de nuevo la actividad literaria con un claro entusiasmo. Javier Álvarez, director de la misma y todo su equipo, colaboraron activamente proporcionando los medios necesarios. Un respaldo de estas características es esencial cuando se realizan eventos de gran magnitud. La Biblioteca de Andalucía cuenta con una infraestructura y una experiencia larga en este tipo de actividades. Un ejemplo de su buen hacer fue la exposición de libros de novela histórica en vitrinas que este año se combinó con la muestra de un artista granadino, Emilio Luis Fernández Garrido, director del taller de grabado La Granja.

Las Jornadas de Novela Histórica, como asociación que ya es, se muestran sensibilizadas con todas las manifestaciones artísticas. Buscar un nexo de unión entre literatura y arte, fomentando además la cultura granadina, es una de sus aspiraciones.



En la inauguración se contó con la presencia de la Delegada de Educación, Cultura y Deporte, Ana Gámez, que recalcó “La novela histórica es, más allá del disfrute que proporciona su lectura, un motivo de reflexión sobre nuestro pasado”, para quien “conocer nuestra historia nos permite acercarnos al presente y construir el futuro con una mirada más amplia y comprometida con la sociedad”.

La propia delegada manifestó, igualmente, su afición a la novela histórica.


Las II jornadas comenzaron con una mesa titulada “Roma: patricias y plebeyas” en donde departieron los autores Herminia Luque (El códice purpúreo), Javier Arias Artacho (El general maldito) e Isabel Barceló (La muchacha de Catulo) sobre sus propias novelas y la condición de mujer en la antigua Roma. Los tres participantes, haciendo uso de su experiencia docente, consiguieron captar la atención del público con gran habilidad.


La última mesa de la mañana se dedicó a las Mujeres históricas Granadas, con un recuerdo especial a la investigadora fallecida Cristina Viñes, autora de grandes estudios sobre la ciudad de Granada, entre los que destacamos La Alhambra que fascinó a los románticos, Granada en los libros de viaje y Granada contada a los niños. El recuerdo a esta docente y ensayista correspondió al también investigador Manuel Titos Martínez con el que colaboró en multitud de trabajos. Juan Rodríguez Titos autor de Mujeres granadinas y de un libro dedicado a la escritora granadina Enriqueta Lozano, disertó sobre este personaje tan galardonado en el siglo XIX, además de pincelar a grandes rasgos los valores de otra de las mujeres, que sin ser granadina, consiguió elevar a valores universales al Museo Arqueológico de Granada, la arqueóloga Joaquina Eguarás. Miguel Ruiz de Almodóvar Sel, por su parte, centró su ponencia a través de una carta propiedad de su familia, en Maria Mateo, una mujer granadina en la Guerra de Cuba.

Todos los investigadores, documentalistas y docentes del estrado y los muchos que asistieron al evento coincidieron en calificar a la novela histórica como medio muy adecuado para el acercamiento de nuestros jóvenes a la realidad histórica, entendiendo que dicho género incentiva no solo el amor por la lectura sino la reflexión sobre nuestro pasado.


Por la tarde, se iniciaron las jornadas con la mesa dedicada a “Reinas, mujeres poderosas, mujeres victoriosas” con Brígida Gallego-Coín (Isabel de Solís/Soraya), Brigite Piedfert (La saga de Le vent d´Ecorchevel) y Blas Malo (El señor de Castilla) que orientaron su presentación hacia las mujeres, reinas, y su lucha por el poder.


El final de la tarde se dedicó a la ponencia de Luis Folgado que con su libro “El hombre que compraba gigantes” recordó al inspirador del Museo Antropológico madrileño que guarda el esqueleto del famoso gigante extremeño. En la misma ponencia, el escritor, que también es director de marketing de la editorial Áltera solicitó hacia los escritores una reflexión sobre la situación actual de la publicación en España, animándoles a perseguir la calidad por encima de todo.


Seguidamente se dio paso a un video recordatorio de diferentes autores: Marceliano Galiano, Francisco Gil Craviotto, Matías Fernández Salmerón, Leonardo de Villena y se proyectaron dos booktrailers de Jesús Cano (La Celda de seda) y de José Vicente Pascual (Almirante en tierra firme)

La mañana del domingo se dedicó a las “Mujeres anónimas, mujeres de novela” con la intervención de Jaime García-Torres Entrala (El aroma Bitinia), Carolina Molina (Iliberri y el Falsificador de la alcazaba), Eva Velázquez (Querida loca) y Mario Villén (El escudo de Granada) en donde se analizó la doble moral de la antigua Roma, se reivindicó la figura de Juana la Loca, se recordó el pasado romano granadino y se analizó por parte de Mario Villén los distintos tipos femeninos de su novela, significativos de la sociedad andalusí.


La última de las mesas correspondió a “Las novedades en Granada y los medios editoriales” con Jana María Pérez Romero en representación de la web La espada en la tinta, que explicó el cometido de los reseñadores y su labor-puente entre lectores y escritores. En esta misma mesa se contó con Pablo Lozano director del Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda que disfruta de una gran aceptación en los medios literarios y enlaza su labor con la proyección internacional de la ciudad.


Las II Jornadas de Novela Histórica de Granada se cerraron con un broche de excepción, la danza del grupo al-Farashat, cuyas tres bailarinas representaron a tres arquetipos de mujeres: la sensual, la emocional y la creadora de vida. Un hermoso final para unas jornadas elaboradas con ánimo renovador y que tendrán su continuación en 2015

Una de las novedades de estas II Jornadas fue el anuncio de la publicación de un libro antología titulado Pequeñas historias cuyos derechos irán a revertir a la asociación cultural Jornadas de Novela Histórica de Granada. El libro contiene diferentes cuentos de autores granadinos y nacionales: Ana Morilla, Miguel Ángel Cáliz, Francisco Gallardo, Manuel Sánchez Sevilla, María Pilar Queralt del Hierro, Ángeles de Irisarri y los tres organizadores de las jornadas: Blas Malo, Mario Villén y Carolina Molina


Este libro se anunciará al gran público el sábado 26 de abril en el Centro Artístico y contará con la presencia de alguno de sus autores y de Celia Correa, quien lo presentará.

jueves, 13 de marzo de 2014

PREPARADOS, LISTOS...

Faltan sólo dos días para las II Jornadas de Novela Histórica de Granada y nos relajamos con un buen café en nuestra estupenda taza. Esperamos encontraros a todos este fin de semana en la Biblioteca de Andalucía para disfrutar juntos de un evento que hemos preparado con mucha ilusión.
Os recordamos que podréis adquirir una taza tan original como ésta en las propias jornadas.




Para ir preparándonos para lo que se nos avecina, compartimos con vosotros esta imagen del impresionante escaparate que la librería Babel de Granada ha preparado con motivo de las II Jornadas de Novela Histórica de Granada.




viernes, 7 de marzo de 2014

PRESENTACIÓN DE "EL FALSIFICADOR DE LA ALCAZABA" E "ILIBERRI", DE CAROLINA MOLINA

Una crónica de Armando López-Murcia

El viernes 21 de febrero, en el Salón de Plenos del Excmo. Ayuntamiento de Granada, tuvo lugar la presentación de "El falsificador de la Alcazaba", novela histórica obra de Carolina Molina. En el acto, la autora estuvo acompañada por Margarita Orfila Pons (Catedrática de Arqueología de la Universidad de Granada y especialista en la etapa romana de nuestra ciudad) y Alejandro Santiago (responsable de "Editorial Nazarí", que publica el libro).

Tras una breve presentación del representante editorial, tomó la palabra la catedrática, quien ilustró a los presentes con una magnífica disertación sobre la Granada romana y los hallazgos arqueológicos relativos a este período que tuvieron lugar en el Albaicín en el siglo XVIII.

Precisamente esos descubrimientos -y, sobre todo, sus curiosas circunstancias posteriores- arman la trama argumental de la novela presentada. Carolina Molina, quien intervino para cerrar el acto, es periodista, coordinadora de las Jornadas de Novela Histórica de Granada, y autora ya de varias novelas ambientadas en nuestra ciudad, entre las que se encuentran "La luna sobre la Sabika", "Sueños del Albayzín", "Guardianes de la Alhambra" o "Noches en Bib-Rambla", así como de "Mayrit, entre dos murallas" que está dedicada a la etapa islámico-medieval de la capital de España, un tema muy poco tocado hasta ahora.

"El falsificador de la Alcazaba", nos transmite la historia de Juan de Flores, un prebendado de la catedral y coleccionista de antigüedades aficionado (aunque poseedor grandes conocimientos científicos) que descubre el foro de Iliberri (la Granada romana) en pleno corazón del Albayzín. Lo que podía haber sido un hecho meritorio y sensacional, es enturbiado porque Flores, en uno de los más detestables engaños en la historia granadina, movido por ansias de notoriedad, comenzará a falsificar piezas y documentos que entremezclará con los descubrimientos auténticos para dar importancia a su tarea. Una vez desenmascarado, sufrirá un ignominioso y largo proceso judicial que fue un suceso único en la Granada de su época. Una grata lectura que nos hará reflexionar sobre el carácter español y granadino a través de la picaresca que nos ha hecho tan famosos.

La ubicación exacta de Iliberri ha sido para la arqueología motivo de discordia hasta que en la actualidad, de la mano de Manuel Sotomayor, historiador y arqueólogo, se abren líneas muy interesantes de investigación. De su ensayo "Cultura y picaresca en la Granada de la Ilustración" toma los datos la autora de esta novela como línea argumental de lo sucedido con estas falsificaciones, fraude solo comparable al cometido con los míticos “Libros Plúmbeos”del Sacromonte con el que los trabajos de Flores guardaron cierta relación.

En este acto se dió a conocer igualmente "Iliberri", otro libro de la misma autora, publicado por "DiaEditores" y en la cual Titus, ciudadano romano, llega a la Granada romana, a Iliberri (Elvira), para expandir su negocio de venta de antigüedades justo en el momento en que tiene lugar el concilio de los primeros cristianos. Aquí conocerá a Azarías y a Ezequiel -convertidos a la nueva religión del cristianismo- y a la famosa Minerva, mujer singular, temida y con gran poder, que le otorgará el privilegio de sus favores a través de una sortija. Son tiempos convulsos, decadentes para el imperio de Roma, cuyo emperador, Constantino, ha adoptado el culto cristiano. A través de la relación amorosa de Titus el lector se adentra en el foro de Iliberri, para conocer quiénes fueron sus ciudadanos y sus costumbres religiosas, todo ello con base en las inscripciones y piezas arqueológicas romanas halladas en Granada hasta hoy. En definitiva, un recorrido en el tiempo por las calles del Albaicín en donde se presiente la herencia de Roma, la civilización más poderosa de la historia.

Dos novelas para disfrutar de la Granada romana, una de las granadas más desconocida y casi siempre eclipsada por el mucho más tangible período musulmán.

miércoles, 5 de marzo de 2014

PRESENTACIÓN EN GRANADA DE "EL ESCUDO DE GRANADA"

Una crónica de Armando López-Murcia Romero


El pasado sábado, 22 de febrero, y en la sede del Taller de Dibujo, Grabado y Estampación "La Granja", en la calle Cañaveral, tuvo lugar la presentación de la novela histórica "El escudo de Granada", obra de Mario Villén Lucena y editada por "Seleer".

En dicha presentación, muy concurrida, el autor estuvo acompañado por el artista plástico, propietario y director-gerente de este taller de grabado, Emilio Luis Fernández Garrido (amigo personal de Villén, que hizo las veces de presentador y moderador y quien, a buen seguro, dará mucho que hablar gracias a su magnífica obra y a la labor pedagógica que desarrolla en su taller), así como por la periodista, escritora y coordinadora de las Jornadas de Novela Histórica de Granada, Carolina Molina, quien disertó acerca del impacto que le habían producido escritor y relato.


Mario Villén Lucena, joven escritor natural de Pinos Puente,e se estrena como novelista histórico con esta obra. Contó a los asistentes cómo hubo de pasar dos años recopilando información para este libro. Buscó y filtró las crónicas castellanas encargadas por los nobles, y diversos estudios sobre el período islámico español, para tener una visión más completa acerca de los últimos años del reino nazarí; investigó con la ayuda de arqueólogos, que le ilustraron sobre cómo eran los castillos y fortalezas de la época y su papel en las guerras fronterizas. Luego, durante otros casi dos años, escribió y corrigió, una y otra vez, la novela, hasta llegar al original deseado. Cuatro años, en definitiva, para un proceso creador que ha dado por fruto esta novela, que tiene como telón de fondo hechos históricos, pero que está llena de pequeñas historias de personajes ficticios que conviven con otros reales, para dar riqueza a la trama. Este trabajo da respuesta a sus dos grandes pasiones, que son escribir y estudiar la historia; y sus verdaderos protagonistas no son los sultanes ni los reyes, sino personas sencillas que viven en tiempos tempestuosos, procurando salir a flote entre los restos del naufragio de un reino. Considera el escritor que somos herederos de un rico pasado que nos ha hecho como somos hoy día, y que la Historia, es la historia y va dando carácter a los pueblos, explicando el presente, pues, está claro a juicio del autor, que el destino de la Granada musulmana hubiese sido muy diferente si el rey que hubiesen tenido enfrente los castellanos hubiera sido el belicoso Zagal, en lugar de Boabdil.

El argumento de la obra discurre en el escenario final de la guerra de Granada, ciudad que, en 1485, se convulsiona. Muley Hassan ha muerto y el pueblo clama por un nuevo líder capaz de hacer frente a los cristianos, pues tanto el hermano del difunto emir (El Zagal) como el hijo y heredero del rey, Boabdil, luchan por el trono. Mientras, los reyes de Castilla y Aragón se aprovechan del enfrentamiento y conquistan las fortalezas fronterizas, poniendo cerco a Granada.

En este panorama de inestabilidad aparece en la fortaleza de Moclín un cristiano que promete ayudar a los granadinos a cambio de quedarse en sus tierras. Moclín, castillo inexpugnable asentado en la frontera con Alcalá la Real que recibió el título de “Escudo de Granada”, puerta de entrada a la vega granadina, se convierte en objetivo de los cristianos para la próxima campaña.



Las vidas de sus habitantes se ven sacudidas por la inminencia de un ataque que puede desbaratarlas por completo. Tienen menos de un año para preparar la defensa y los reyes cristianos ya han demostrado que poseen todo lo necesario para vencer: un inmenso ejército, artillería y la convicción de que su guerra es santa.



El cristiano se asienta en Moclín, donde vive un proceso de conversión que no siempre le resultará fácil. Sus vecinos lo miran con desconfianza y se preguntan por los motivos que lo han llevado a traicionar a los suyos. Tendrá que ganarse su confianza y hacerse un lugar entre ellos. 

Mario Villén Lucena tiene en su haber diferentes galardones literarios. Entre ellos, el VII premio de Literatura Infantil y Juvenil “Ciudad de Andújar”, en 2003. También obtuvo el segundo premio en el XXIII Certamen Literario Castillejo-Benigno Vaquero, de Pinos Puente, en la categoría senior de relato corto, y se encuentra en la actualidad preparando su próxima novela que, a buen seguro, será un éxito

lunes, 3 de marzo de 2014

PRESENTADA EN GRANADA LA NOVELA "EL CAUTIVO DE GRANADA"

Una crónica de Armando López-Murcia


En la tarde del pasado miércoles, y en el ambiente intimista de la capilla del recientemente inaugurado Hotel "La Marquesa" (asentado en la Carretera de La Zubia, sobre un palacete con reminiscencias de una más antigua hacienda nazarí), fue presentada la novela "El Cautivo de Granada", basada en la vida de Ibn Al Jatib.

Dicho acto, organizado por la Editorial "Almuzara", contó con la presencia de Primitiva Sanz, periodista de Canal Sur, quien dirigió el desarrollo del mismo, y con la intervención del autor de la obra, el escritor Marceliano Graciano, quien habló a los asistentes sobre su libro, una más que fascinante novela histórica sobre el reino nazarí y la figura del insigne Ibn Al Jatib. Este egregio personaje, "el hijo del predicador", fue un andalusí, granadino y lojeño, de hace ochocientos años, estadista, literato, místico, erudito, poeta, médico, político y diplomático de controvertida y fecunda vida, cuya leyenda perdura aún en nuestros días, y quien fuera conocido como "el de los dos visiratos", "el de las dos vidas" o "el de las dos tumbas". Y en la novela se comprende todo ello.

Como argumento, la detención en Fez, capital del sultanato meriní, en 1374, de un hombre, de aspecto noble y distinguido, a las puertas de la mezquita al-Qarawiyyin por orden del sultán y encarcelado en una mazmorra. Durante su cautiverio, el preso narrará su historia al carcelero, Jalid, e irá desgranando los recuerdos de su intensa y polémica vida como visir del sultán de Granada.

A mediados del siglo XIV, el reino nazarí gozaba de su máximo esplendor. Los sultanes levantaban en la Alhambra palacios de ensueño. Columnas de mármol adornaban sus patios y las paredes estaban revestidas de panes de oro y lapislázuli. El hombre fuerte en aquella Corte esplendorosa era el visir Ibn al-Jatib; primer ministro, consejero, historiador, poeta y médico. Para sus detractores, un hombre de ambición desmedida, ávido de riquezas, que se disfrazó de místico y traicionó a su rey. Para sus adeptos, un hombre apasionado por la literatura, de desbordante actividad política, sagaz, erudito y dotado de una elocuencia asombrosa. Personaje clave, testigo y protagonista de la época, de su mano conoceremos en esta novela histórica los entresijos de una Corte sembrada de rencores y ambición, donde morir en la cama era un privilegio que pocos alcanzaban.

En la turbulenta política granadina, la violencia y el crimen dominaban la vida cotidiana. Sultanes y visires se sucedían en el cargo, víctimas de conjuras, asesinatos y golpes de estado. Un período en el que se fraguaron grandes cambios políticos y militares: Castilla se desangraba en una guerra fratricida entre Pedro el Cruel y su hermano bastardo; Francia e Inglaterra batallaban en la interminable Guerra de los Cien Años; la Iglesia Católica estaba sumida en el Cisma de Occidente. Un tiempo que conoció el horror de la Peste Negra. Un siglo que constituye una de las épocas de hierro de la historia de la humanidad, y que revivimos con insólita veracidad en esta apasionante obra. 

El autor, Marceliano Galiano (Toledo, 1942) emigró muy joven a Wiesbaden, Alemania, donde comenzó a trabajar en las Líneas Aéreas de Francfort como Tripulante de Cabina. Tras trasladarse junto con su mujer e hijos a Madrid, su empleo como auxiliar de vuelo le permitirá viajar y conocer las más diversas ciudades del mundo: Nueva York, Chicago, El Cairo, Buenos Aires, Nairobi, Lima... Muchas de sus crónicas fueron publicadas en la revista Ronda Iberia, distribuida a los pasajeros durante el vuelo. Lector y escritor impenitente, resulta finalista de diversos certámenes literarios, especializándose en novela histórica. Es autor de "El aroma del arrayán", publicada en 2009 con gran acogida de crítica y público.

sábado, 1 de marzo de 2014

ENRIQUE VILLAR YEBRA Y EL CASO DE LA MONJA EMPAREDADA

Un artículo de Francisco Gil Craviotto


Fue Enrique Villar Yebra la persona que me enseñó a descubrir y luego amar el Albaicín. En aquella época el pintor iba con bastante frecuencia a mi casa. Primero creí que la causa de tanta visita era nuestra amistad; después me di cuenta que había otra razón mucho más poderosa: yo tenía tres hermanas y las tres estaban en esa edad que los franceses definen con esta poética expresión: “jeunes filles en fleur” (jóvenes chicas en flor). Ver el ir y venir de mis hermanas por la casa y charlar con ellas, aunque sólo fuese un par de frases, era la razón de aquellas visitas. Aún no sé cuál de las tres era la preferida. Acaso las tres a la vez. Lo que sí sé es que su cortejo y ofertas de retratos, en ninguna de ellas produjo el efecto deseado. Lo consideraban demasiado mayor y, cuando se le ocurrió hablar de los efectos beneficiosos del consumo de ajos, empezaron a pensar que estaba medio chiflado. Era verlo aparecer y, como por encanto, desaparecían las tres. Esto fue causa de que, aunque aquellas visitas no fueran para mí, sí era yo el que siempre lo recibía y disfrutaba de sus charlas. En aquella época Villar Yebra estaba preparando un libro sobre el Albaicín –el primer libro sobre el Albaicín, después vendrían otros-, y en cada visita me hacía un avance de la obra. Fue así como supe de la existencia del carmen de las Tres Estrellas y de las poéticas bacanales que Afán de Rivera había organizado en aquel lugar, de la casa del gallo, de la casa de la lona, del palacio de Daralhorra, de la monja emparedada…

De todo este mundo albaicinero fue el caso de la monja emparedada el que más hondo me caló. Yo era un joven veinteañero, inocente e inexperto, y, por más argumentos que me aportara mi amigo, me parecía imposible que la maldad humana pudiese llegar a tales extremos. De todos aquellos argumentos el más irrefutable era el de Francisco Henríquez de Jorquera. En su libro “Anales de Granada”, al hablar de los sucesos del año 1615, dice así:

En este año, por el mes de septiembre, hicieron justicia en esta ciudad de Granada de un hombre llamado Gaspar Dávila, torcedor de seda, vecino de dicha ciudad, por aver rompido la serca de la huerta del monasterio de monjas de Santa Isabel la real para sacar a una monja de dicho monasterio o tener que ver con ella, por lo cual fue ahorcado en Plaza Nueva, por sentencia de los señores alcaldes de corte de esta real chancillería y la dicha monja, que por ser de calidad no nombro, fue mandada emparedar en dicho monasterio sin otros rigurosos castigos que le mandó dar su religión.

Poco después de la aparición del libro de Villar Yebra (en él no se decía ni una palabra de la monja emparedada. La verdad es que la censura del régimen no lo hubiera permitido), me marché de Granada. Cuando al cabo de los años volví de nuevo a nuestra ciudad, España era una democracia –al menos de fachada-, y Enrique Villar Yebra ya tenía publicados media docena de libros. En uno de ellos, el titulado “Granada insólita”, editado por Albaida, el pintor-escritor nos cuenta el final de aquel macabro episodio de la monja emparedada. Dice así:

Tenía a veces un sueño; una pesadilla que, extrañamente, se repetía de tarde en tarde, siempre igual. Aparecía una escalera y en un descansillo, una prolongación se adentraba en una zona oscura, donde, en la penumbra, alentaba algo vivo y espeluznante. Y un día, hallándome en el palacio de Daralhorra, que fue parte del convento de Santa Isabel la Real, subí una escalera hacia el lado de una torrecilla que se eleva sobre el testero del Norte y me pareció encontrar allí el escenario de mi sueño; tan idéntico era el sitio, excepto que no había aquel soñado rincón oscuro, sino una pared. La toqué y sonó a hueco. Aquello me excitó. Y como estaban restaurando algo, por lo que andaba por allí José Torres, el maestro de obras de la Alhambra, lo llamé, le hice comprobar el sonido a hueco del muro, y le pedí que me picara en él con una herramienta. No quería y tuve que rogarle mucho para que lo hiciera; temía llevarse una bronca del arquitecto Francisco Prieto Moreno. Pero al final lo hizo y se vio que sólo era un tabique que cerraba un reducido cubículo. Y dentro estaban los restos de aquella desdichada monja que había condenado a morir emparedada en el siglo XVII. Sólo un montón de huesos desperdigados por el suelo…[1]

Así termina la historia de la monja emparedada. Ahora, cuando los turistas visitan los restos del palacio de Daralhorra, a ningún guía se le ocurre añadir que aquel lugar, hoy paraíso de mirlos y gorriones, fue el escenario de un crimen terrible, perpetrado por el arzobispo de Granada con la santa y denodada colaboración de las monjitas del convento de Santa Isabel la Real, y que, muy pronto, de ese crimen, en septiembre del 2015, se van a cumplir los cuatro siglos…


[1] Villar Yebra, Enrique: “Granada insólita”.

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

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